Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...

jueves, 11 de octubre de 2012

Goodbye stranger...

-En poco rato desparecerá, ¿qué hacemos?
-Disfrutarlo...
( Eterno resplandor de una mente sin recuerdos)


Publicada el


Registro de un recuerdo lejano, mitad despierto mitad dormido:

Amanece. La luz entra por la ventana. No sabemos quiénes somos. "Hello stranger", pienso...
Este día no existe, por lo tanto no existe Dios ni Muerte. La mejor manera de conocerse es no conocerse:  no saber el nombre, el pasado, las intenciones, las expectativas, el futuro; jugar al Último tango en París, burlar un rato al tiempo. No saber nada, ni si quiera quién es uno mismo.

Somos dos extraños en una cápsula que navega en la ciudad. Hablando de cosas inútiles y tomando té. Queremos abrazarnos hasta el punto de ejercer canibalismo. Pero no hay certezas. La palabra siempre debería estar prohibida. 

Nos despedimos. Nos miramos a los ojos y pensamos lo mismo:  "la gente que se da citas es la misma que necesita papel rayado para escribir o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico".
"Estoy seguro de que nos volveremos a ver", me dice...claro, cualquier rato en la zona, en alguna fiesta, suponiendo inocentemente que la muerte tampoco existe afuera....

 ¿La mejor manera de despedirse es no despedirse?, ¿cuántos saludos son despedidas y no lo sabemos?...  
 Goodbye stranger it's been nice, hope you find your paradise...  Goodbye Mary, goodbye Jane, will we ever meet again
Feel no sorrow, feel no shame, come tomorrow, feel no pain...  

Todo es perfecto, pero está fuera de sincro: somos planetas abandonados en galaxias lejanísimas, navegamos solos en el infinito, a veces nos encontramos con otro planeta, pero es muy raro, sucede cada ochentaytresmil millones de años, y dura un segundo. Después cada uno sigue en su órbita, girando al rededor de su propio deseo.
Mientras desaparecemos sin dejar huella en la tierra, cada vez hay más estrellas en el cielo, y aunque sé que no hay certezas, estoy segura de que nos volveremos a ver...


viernes, 5 de octubre de 2012

Instrucciones para vencer la gravedad/ tips for dummies...





 Platón nos jodió con ese cuento de los andróginos, que nacemos incompletos y que la mitad que nos falta anda suelta en algún lado. Tal vez desde ahí  asumimos la falta como algo inherente, pensamos que llegamos al mundo con un vacío, que venimos con falla. Somos seres incompletos que no nos valemos por nosotros mismos, sino por alguien más.  Eso es lo más grave: la pieza que nos falta no está adentro, sino afuera; puede ser  una casa, un carro, una persona, eso que Fey nombró “media naranja” , “alma gemela”, “complemento”.  ¿Y dónde se lo encuentra? en un bar, en un curso de chocolatería o en el crucero del amor …
"No hay que buscarlo, llega" dice el Dr.Albuja, entonces  mientras lo esperamos, nos venden una serie de ofertas que pueden reemplazarlo:  viajes, hamburguesas, ropa, zapatos,  cigarrillos electrónicos, cursos de yoga, lencería, pizzas, pilates. Pero  nunca es suficiente. La ansiedad se parece a la grasa de los gordos cuando se ponen faja: si ocultan la barriga, la grasa se  acumula en los brazos, si aplastan los brazos, baja al abdomen, si presionan el abdomen, baja a las piernas. No hay escapatoria. La angustia es una plasta que supera a la superficie. Y la razón es simple:  a alguna parte tiene que ir la basura. No hay salida: la adicción es una enfermedad mortal que no se cura, se transforma.…

Entonces no paramos, reemplazamos un vicio por otro, creando necesidades a un ritmo acelerado que no nos permite escuchar ni ver . Zizek lo llama "interpasividad",  dice que es una era  osesivo-compulsiva, la sociedad repruduce el proceso de ansiendad histérica con el que nos manejamos en la vida,  esa sed insasiable y la eterna inconformidad. No hablamos para decir, sino para callar al Otro, no nos movemos para avanzar, sino para impedir el movimiento del Otro, no actuamos para transformar, sino para impedir que algo cambie. En este caso el accionar no busca movimiento, sino denetención, como el paciente obsesivo-compulsivo que habla para callar al analista. El accionar es un adorno que busca despistar al silencio. Somos hormigas histéricas que desarrollan actividad frenética para callar a Dios. El Capitalismo es el mecanismo que construye una coraza de mentira, la gran Matrix que es nuestra isla imaginaria en medio del basto Desierto de lo Real. Quizá no queremos detenernos porque sería insoportable descubrir que eso por lo que nos hemos destruido, jamás existió… 

"La vida es un viaje en  paracaídas y no lo que tú quieres creer". Desde que nacemos nos vamos yendo hacia abajo, hasta que terminamos enterrados. Queremos volar, pero el peso nos devuelve a nuestro único sitio seguro: el piso, o bueno ya, la pacha mama, da igual. En la tierra los gusanos nos devoran: del polvo venimos (si no ¿cómo?)  y en polvo nos convertiremos (ojalá sea un buen polvo, ojalá no sea  basú)
No hay nada que hacer: todo cae. No sólo las manzanas de Newton, sino las esperanzas,  las monedas, la red, Sharon, los pantalones,  los gobiernos, las carnes, el sistema (el del el SRI, por supuesto) la ilusión,  hasta la nariz se cae. Puedes correr, hacer aerobics, meditar a las cinco de la mañana, lanzar el reloj contra la pared, escribir un libro, rezar, despertar al niño que llevas dentro, comprarte cremas carísimas, dejar de chupar, que no servirá de nada. Mejor disfrutar del rapel y relajarse hasta llegar al fondo, rebotar sobre el mismo... y seguir cayendo. Porque el buen paraca sabe que no hay fondo ni origen,  que siempre se puede caer mucho más.  Cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada.  Si te aferras a la superficie, más dura es la caída, si vas para arriba, más duro caes después. Ya nada. Démonos la mano y lanzémonos al vacío de una buena vez…. . Quizá la diferencia radique entre los que caen solos y los que caen acompañados. “Mi vida fuimos a volar en un solo paracaídas”. Es más fácil compartir paracaídas. Pero da igual, si al final del precipicio la muerte es individual. Lo que sí se puede hacer es suavizar el proceso. Hay maneras de engañar a la gravedad un rato:  aviones,  cerveza, sexo, arte, palabras... algunos placebos que hacen más fresca la caída, es por eso que unos caen más rápido y otros más lento. La muerte debe ser algo bueno porque los mejores momentos de la vida suceden cuando burlamos a las leyes naturales: al tiempo, a la gravedad, al espacio.

Es extraño que viviendo bajo el dominio La Gravedad, insistamos en llenarnos de cosas que nos hacen más pesados y aceleran nuestra caída. Hace poco Pepe Mujica, dijo en un discurso “Pobre no es el que no tiene, sino el que tiene, y quiere  más, y desea y desea...".
  La verdadera pobreza es la condena de necesitar cosas inútiles, el vacío que provoca la chatarra, resignarse a alimentar la gula de una sociedad que se suicida con placebos,  llenar con basura  el supuesto vacío, volvernos pesados y caer más rápido.
¿Porqué no pensar que la solución está en quitar y no en poner? ¿en callar y no en hablar?
La cosa es que somos lo que hay, no nos falta nada,   lo que buscamos en el exterior, está en alguna parte nuestra, pero no lo vemos porque estamos ocupados buscándola afuera...
El único vacío es la basura con la que intentamos tapar una falta que no existe:  los límites territoriales, los valores sociales, el dinero; todas las herramientas del sistema de consumo son invenciones que sólo traen problemas. Hemos inventado una serie de herramientas que son sólo la excusa para destruirnos: matamos y morimos por algo que no existe.
No hay que ahuevarse ante el vacío, es mejor plan abrazar el aire, asumir que la nada es la materia que nos compone. Escuchar el silencio.  Vacilar en chévere el paracaídas, dejarse caer, y saber que sólo cerrando los ojos se puede ver más allá, porque afuera, nada existe....


jueves, 2 de agosto de 2012

Otra acción kamikaze...

(Descubriendo el agua tibia/ parte 2)

"Cuando los dioses nos quieren castigar, conceden nuestros deseos..."



No es el De Lorean pero se parece mucho. Cuando lo abordo  me doy cuenta de que no tengo piso.  Ya no hay caminos, pero como diría el Doc Emmett Brown:  ¡a donde vamos no necesitamos caminos!... Pienso en Thelma y Louis, en Creta Kanoo, en la antagonista del vestido rojo de "Abre los ojos". Y piso el acelerador...
Presiento la desgracia y me acerco hacia ella. Me adelanto. Porque antes de desaparecer prefiero quemarme (It's better to burn out than to fade away...). Porque las cenizas contarán mi historia, pero el viento la borrará para siempre. Recurro al sacrificio de la huella. El sacrificio romántico por el que peco en esta era posmoderna, peco de emo. Acercarse a la desgracia es matar el fantasma. Porque en su goce está el final. Muerte y amor son una sola cosa (hoy lo sé más que nunca). La repetición es la muerte. La condena no es la gota de agua fría en la superficie del cráneo: es el tiempo en el que demora en caer. El intervalo. 
La única solución, la única isla en medio del mar de la nada, sería quemar la flor amarilla,  ser verdaderamente mortal...Hacer lo que sabiamente hizo Woody al final de "Maridos y mujeres". Cuando la chica guapa le quiere besar, él le dice algo así como: "No sé por qué, pero creo saber cómo va a terminar esta historia..." y se abstiene racionalmente.  Pero somos máquinas sin voluntad que repiten para entender. Porque nadie entiende. Sólo cortando la repetición se podría entender. Pero no queremos. O al menos yo no quiero. Thánatos no me deja en paz. Wilde dijo: "La única diferencia entre un capricho y un deseo es que el capricho dura para siempre". Mi viaje es un capricho. Mi amor es un capricho. Mi muerte es un capricho.

martes, 24 de julio de 2012

Stupid Bloody Tuesday


"Y yo canto para usted, el que atrasa los relojes, el que ya jamás podrá cambiar... Y no se dio cuenta nunca que su casa se derrumba"


Hablaré directamente de mis sentimientos, esos que no están de moda . Porque lo único que hago al escribir es buscar testigos. No tiene sentido cumplir mis sueños en una isla, si nadie me ve...
Pero me late que es una de esas tardes en las que iré al salón a hacerme la toca, y acto seguido, me clavaré una daga en el pecho... no sin antes haber arreglado la casa y haberme tomado una copa de champán barato... Me divierto diseñando suicidios que jamás voy a cometer. Tranquila madre, no te haría esto.Tranquilas tías, tranquilos todos:  no voy a revelarme contra la decisión tomada por otros que es mi vida. No pienso decidir nada, seguiré siendo presa de este flujo de decisiones de otros. Pero quisiera, al menos una vez........  Pero soy un cuadro lleno de capas de colores, una encima de la otra, que ha manchado con pigmentos espesos la idea original, y que ya no es ni la sombra de lo que prentendía ser. Un fracaso. Qué más da. Si no lo digo aquí mi cabeza va a explotar. Porque da igual que la tierra flote sobre fuego si me trago veneno en las peluquerías tristes un lunes cualquiera. Toca meterse una pepa feliz, o emborracharse dos horas dentro del horario de oficina. O en lugar de suicidarse, bañarse en espuma, ponerse el mejor traje y brindar con la pared, escuchando la radio tarqui....
Da vergüenza sufrir, no dejan sufrir... "hay que ser fuerte", dicen... no, ni siquiera fuerte, hay que ser neutral, un ente al que no le atraviesen las cosas, hijo légitimo desta época gris... lo peor es que sí, que este sufrimiento es grunge. No es un sufrimiento de desgarro ni lágrimas de sangre, es un sufrimeinto estático, blanco, y de todas formas llegar a los rincones de la infancia y encontrar monstruos despiadados...
 Era una mañana clara, blanca, brillante, yo jugaba  con muñecas  y algo me decía que.... el tiempo  es un chicle que acaba con todo, la muerte, a la que me da miedo llamar puta, fue destruyendo todos los juguetes, les quitó el pelo a las barbies, rayó las paredes con lápiz, llenó de pelos el jabón. Y hoy viene la niña y me ve con esos ojos de luna grandes como peces tristes, y prefiero clavarme esa daga otra vez, que seguirme reflejando en sus pupilas, porque para ella siempre fue demasiado tarde... y las manzanas siempre estuvieron mordidas, y el pecado concebido...
Pero igual canto en la isla. Canto sola y no hay eco. La obra es hermosa y sin público...
Desde algún lugar me miro escribir esto y sé que no tengo raíces, que la sangre es sólo líquido que fluye en mis venas y si coincide en algo con otra gente, es sólo en su forma química. Por lo demás, no tengo nada que ver con nadie...

sábado, 23 de junio de 2012

Texto de mierda

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“Cagones como somos, máquinas de producir caca como somos, será nuestra propia caca la que acabará con la humanidad. Y no habrá Dios ni juicio final ni castigo a los pecadores, que todos cagamos por igual y si Dios existe, seguro que cagará también y a lo mejor hasta con crisis de estreñimiento, viendo el desmadre que ha creado”

-Jaime Bayly




Muchas veces ha tratado el cine escenas escatológicas (El Gran Banquete, La Vía Láctea, 101 días en Sodoma) Por lo general estos temas están relacionados a la comida.
Grandes banquetes que empiezan con lujos y terminan en la antesala del infierno. Caen los manteles y los vestidos y queda la piel, y depsués de la piel, el estómago y su sistema. Descontrol de esfínteres debido al exceso, el ser humano acaba denigrado, en su primera instancia, se reduce a sus instintos básicos, a sus fluídos y a sus vísceras. Empieza con la más alta alcurinia y termina en la tierra, sin distinción de clases....
Son dos opuestos: el cielo y la tierra, el paraíso y el infierno, el banquete y las heces...
Si hay algo que odia nuestra especie es la mierda. No la quiere ver, no soporta verla, y  ha inventado mecanismos complejísimos para esconderla.
Lo que llamamos civilización es el disfraz de nuestra verdadera condición, el traje de seda con el que nos vestimos siendo monos. Llamamos humano a todo lo que hacemos para ocultar nuestra naturaleza. El homo sapiens sufre muchísimo escondiendo su caca, luchando entre lo que llama cultura y su naturaleza animal.

 Llamamos “humano” a un ser racional y civilizado, sin embargo lo que es verdaderamente “humano” es lo escatológico, lo visceral, mientras que la cultura es algo anti-natural que varía según el lugar, o como diría Zizek “Cultura es el nombre para todas esas cosas que hacemos sin creer en realidad en ellas”.
Se podría decir que lo único que las personas tenemos en común son las necesidades básicas: comer, cacar, dormir,  tener sexo; esto, que es lo único que nos une, nuestro lazo más fuerte, lo tratamos de esconder a como de lugar. No ocultamos la mierda sólo porque apesta: lo hacemos porque  nos recuerda nuestra condición efímera en la tierra. 

¿Por qué tanta verguenza de las heces?, ¿por qué ese empeño en ocultarla?¿Por qué tanto miedo de hacerse mierda?... 
 Hemos desarrollado distintos mecanismos para olvidarnos de la muerte. Queremos  hacer Historia para sobrevivir, crear una especie de estrellita que nos dote de algo superior, algo Divino que nos diferencie de los animales y nos vuelva de alguna manera, inmortales. Sin embargo la mierda nos recuerda nuestra condición de putrefacción, de podredumbre, de finitud. Es el símbolo de nuestra humanidad en su estado más puro.Nos recuerda que somos mortales, que dependemos de un sistema biológico para sobrevivir,que estamos atados a una naturaleza que en cierta medida, nos domina. Que por más que intentemos trascender, evolucionar, jamás dejaremos de rendirle cuentas al cuerpo.  Podemos escribir libros, condecorarnos, vestirnos de seda para recibir premios, pero nuestra caca se encargará de recordarnos todos los días que no somos sublimes, que somos otro animal más. Y que animales y humanos mueren igual: se hacen mierda.

Negamos la mierda porque la mierda niega a Dios. La digestión es una pequeña metáfora de la vida y la muerte: mierda eres y en mierda te convertirás. Lo que un día fue un alimento rico y saludable,  termina podrido y con mal olor. La mierda es el símbolo de nuestra propia muerte y por eso no la queremos ver, pues la cultura (esa  gran mentira) nos ha dicho que al morir iremos al cielo, trascenderemos, nos volveremos ángeles, sin embargo la caca dice que no, que al morir no iremos al cielo sino a la tierra, y no nos haremos ángeles sino mierda.  O como dice Kundera el desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la Creación”….